lunes, 26 de diciembre de 2011

Una testigo clave, afirma que fue presionada para declarar en contra de unos hechos concretos.

Aseguró que los investigadores del caso, la amenazaron con involucrarla en la causa como cómplice. Los policías aprovecharon su estado de shock para encaminar una escena 'armada' a su interés, le hicieron inumerables preguntas y solo anotaron las que sus respuestas resultaban para montar una escena coherente pero bastante diferente a los hechos reales, la mujer no pudo ver el contenido de su declaración ni contradecirla porque no llevaba encima sus gafas. Su testimonio no permitió capturar al extraño sujeto que robó una sucursal del Banco Santander, pero esclareció los hechos puesto que estaba situada en la cola de los sufridos clientes.

Personal policial la trasladó a la Comisaria, donde le exhibieron fotos del presunto atracador, tomadas con la vídeo vigilancia de la entidad, en ellas se ve una abultada prominencia en uno de sus bolsillos, mientras andaba titubeante hacia la ventanilla de pagos.

La mujer señaló que luego la llevaron a la fiscalía y allí los policías "le armaron una descripción de los hechos" a la que ella, admitió, aportó "algunas cosas". Después, la trasladaron otra vez a la comisaría y posteriormente a un hotel, en el que denunció que fue "torturada psicológicamente". Según su denuncia, aceptó declarar porque a cambio le prometieron "protección, un lugar lejano donde vivir, trabajo y la garantía que lo que ellos habían escrito quedaría en un sobre cerrado, siendo la única finalidad que el juez dicte una orden de detención".



El caso es que en realidad no hubo atraco, más bien un generoso regalo bancario, un hombre estaba esperando pacientemente su turno, una atractiva mujer con una minifalda que apenas tapaba sus muslos, acompañada de un joven fornido, su novio, se agachó de repente para coger unas monedas de tal forma que rozó con sus nalgas los pantalones de nuestro despistado personaje.

Al notar algo duro en su trasero se giró, mientras apoyaba más su trasero y sonriendo le repitió la famosa frase de Mae West:




-"¿Llevas una pistola en el bolsillo, o es que te alegras de verme?”

El caso es que quizás la frase se produjo en un momento de silencio y todos en la cola se giraron y pudieron comprobar el enorme bulto que surgía del pantalón, quizás por la vergüenza provocada por las indiscretas miradas, para no querer admitir aquella extraña e indebida erección, al hombre le dio por decir con voz tranquila:

-Una pistola

El pánico se extendió por la sucursal, los niños lloraban, los hombres se lanzaron al suelo, protegiendo a sus mujeres, estas defendían con su cuerpo a sus hijos mientras gritaban con voz chillona:
-¡¡ Una pistola !! ¡¡ Lleva una pistola Dios Mio !! ¡¡ Vamos a morir !! ¡¡ Rehenes, rehenes !!

Le hicieron pasar directamente a la ventanilla donde el empleado tembloroso, bajo las órdenes del director, le extendió unos fajos de billetes que le pusieron ordenadamente en una bolsa de plástico.

El hombre con aquella erección de caballo y la bolsa llena de billetes salió de la sucursal y no se supo nunca nada más de él.

domingo, 11 de diciembre de 2011

-¿Estás tonto?
-Creo que si.

-¿Se puede saber porqué me despiertas a las tres de la madrugada?
-Porque en este momento no estabas soñando conmigo.





-No puedes saber eso, además despertarme no es la mejor forma de entrar en mis sueños.
-Si me estuvieras soñando no te pondrías así.




-Me has quitado las sábanas y te has puesto encima, supongo que también crees que puedes substituir el tacto del fino algodón sobre mi piel.
-Quería abrazarte y me molestaba tener tela entre nosotros.



-¿Y por que has puesto la manta eléctrica a la máxima temperatura? Me estaba ahogando.
-Me hubiera gustado que en nuestro sueño estuvieramos en una playa caribeña.



-Conclusión, que no solo quieres entrar a la fuerza en mis sueños en plan violación mental en toda regla sino que además eliges tú el escenario, esto es el colmo de la caradura.
Supongo que encima debo estar agradecida que no me hayas tirado un vaso de agua para simular las olas.
-Estuve tentado.



-¿Sabes? No es la forma correcta de entrar en los sueños ajenos, los sueños no se pueden forzar, se entra o sale de ellos suavemente con discreción y de común acuerdo.
-Yo quería soñar contigo pero ya que te tenía al lado, pensé que era mejor abrazarte que soñarte.




-Y por eso metes tu pierna entre las mías, me quitas las sábanas, mordisqueas mi cuello y pones la manta eléctrica a tope.
-Pensé que así podía entrar en tu mente, se supone que está desconectada.



-Bueno no has conseguido entrar en mis sueños pero ya que me has desvelado ¿Podrías follarme ahora?



En estos momentos ella se despertó sobresaltada en medio de la noche.
Todo estaba en orden pero tenía las sábanas entre los pies y extrañamente el termostato de la manta eléctrica se había activado, sudaba y ahora tenía un calor de mil demonios. El máldito caradura había conseguido entrar otra vez en sus sueños.....

domingo, 27 de noviembre de 2011

Estaba bañándome totalmente desnudo en un lago, entre unos nenúfares de colores, de repente noté una opresión en los omoplatos y me sentí transportado hacia el cielo, estaba acostumbrado a saltar pero la distancia con el suelo equivalía a varios pisos de altura, al girarme comprobé que estaba asido por una especie de pinzas recubiertas de porcelana con una substancia brillante de color rojo intenso, un montruo horripilante con la boca pintada del mismo color, me estaba mirando atentamente...


Sus primeras palabras fueron

Puajjjjj! ¡Pero que ascoooo!

Luego se puso a hablar solo en una especie de jerga en la que me pareció entender que yo le daba una repulsión terrible. ¿Por que me había cogido entonces?
Acercó su enorme boca, unos dientes perfectos blancos pero afilados se aproximaban, pude oler su aliento y ver su campanilla, comprendí lo que me iba a pasar y mi vida pasó en un segundo, como en una película mis refrescantes baños en el lago los días de verano, mis serenatas a la luz de la Luna, las fiestas con mis amigos, iba a ser comido.

Un poco tarde descubrí que esta especie de monstruos también era peligrosa para nosotros, el caso es que ya cerré los ojos me encomendé al Dios de la laguna el monstruo en lugar de tragarme colocó sus inmensos labios en los mios y me pasó la lengua babosa por toda mi cara, ahogó mi grito ¡Que ascooooo! creo que ha sido el peor momento de mi vida, estaba claro que no me iba a matar de golpe, me esperaba una muerte lenta a base de ser chupado como un caramelo por aquel largo y húmedo apéndice, seguramente extraerían toda mi substancia antes del fatídico momento.
Lo curioso del caso es que el monstruo empezó a gritarme con una voz chillona.
-Bueno ¿te conviertes o que?



Yo lo único que pude hacer es asentir con la cabeza y croar dulcemente diciendo:
-Ya va, ya va.
Entre beso y beso .

martes, 22 de noviembre de 2011






Una joven agente le esposó las muñecas, mientras estaba inmovilizado en el suelo y aplicó el protocolo recitándole el texto de la detención:

"
Usted tiene derecho a permanecer en silencio.
Cualquier cosa que diga, será usada en su contra ante un tribunal.
Tiene derecho a consultar a un abogado y/o a tener a uno presente cuando sea
interrogado por la policía. Si no puede contratar a un abogado, le será
designado uno de oficio
".....




El presunto delincuente parecía escuchar atentamente y al cabo de un momento sonrió y en fuerte voz dijo:





-¡TETAS!

Quizás no debió prestar tanta atención literaria al texto, quizás fue el perfume embriagador el caso es que gritó con todas sus fuerzas para que lo oyeran el máximo número de testigos presentes.

Fue algo instintivo, ella le arreó un bofetón con todas sus ganas, pero luego se dio cuenta de su error, antes de reconocer que se había equivocado y volver a parafrasear el texto, liberó sus pechos del uniforme y aplicó a rajatabla las instrucciones, y aplicando sus tetas en su contra tal y como había sugerido en su detención según el estricto código policial, dejó que sus pechos grandes, turgentes, redondos, se pasearan por la cara del detenido.
El efecto fue el esperado, se hizo un silencio sepulcral entre los testigos, sonrió para sus adentros, las sonrisas burlonas se congelaron en las caras de los presentes, policías, clientes y empleados, testigos privilegiados de aquella curiosa detención, al fin y al cabo el detenido estaba totalmente reducido (excepto una de sus partes).

-¿Cada cuál detiene como quiere no?

La joven agente fue expedientada por alteración del orden público, exhibicionismo e intento de estrangulamiento a un presunto delincuente mientras esposado e indefenso se le impedía respirar con normalidad al aplicarle sus hermosos pechos en la boca.

Los testigos de la detención, empezaron allí mismo a practicar la delincuencia para ser capturados por esa bella mujer tan estricta, con lo cual se organizó un terrible caos de peleas insultos y maltrato al mobiliario urbano.

Ahora muchos presuntos delincuentes de la ciudad al ser detenidos por féminas escuchan atentamente el texto y dicen:

- ¡COÑO!








Por si tienen suerte .......

domingo, 6 de noviembre de 2011

-Pero por todos los diablos ¿Que le has hecho a mi GPS?

-Bueno, lo he configurado, le he cambiado algunas 'cosillas' para hacerlo más ameno. Para empezar le puse una voz más sugerente y bajé su volumen.

-La voz me gusta, pero vamos a ver, eso de:

'Girar lentamente la rotonda hasta que se pueda distinguir perfectamente el peñón endurecido de su centro', rozando con las ruedas suavemente sus bordes y salga por la segunda salida buscando la otra rotonda mas cercana.... '

-Es que hay que estar seguro que la rotonda es la adecuada.




-Eso aún tendría un pase, pero luego dice:



'No pare de girar en la siguiente rotonda, cogiendo con la mano la anterior sin soltarla'.



-Jejejeje, bueno no sé en que estaba pensando cuando lo configuré, digamos que es una licencia literaria.

-¿Y eso de....?


'está llegando a su destino... ¡bájese la cremallera! y aparte lentamente los matorrales' .

-Bueno a veces los destinos están un poco confusos, no se sabe muy bien donde están.

-¡Ya! Supongo que por eso cuando llegas al destino dice:
'Felicidades ha llegado a su destino, de marcha atrás y vuelva a entrar en su destino con fuerza, tantas veces como sea necesario y no estacione su vehículo hasta que su destino esté contento de que usted haya llegado correctamente.
Una vez en el destino no se olvide de separar las manos de las rotondas y vaciar el contenido del vehículo en su lugar.'




-¡Venga déjate de remilgos me muero porque pruebes el GPS en mis carreteras!

martes, 1 de noviembre de 2011





¿Qué es la vida?


Una ilusión, una sombra, una ficción,


y el mayor bien es pequeño;


que toda la vida es sueño,


y los sueños, sueños son.



Pedro Calderón de la Barca



Al lado de su cama tenía una libretita de anillas y un lápiz recién afilado, cada vez que se despertaba por la noche antes de hacer nada más intentaba recordar su sueño, ahí aparecía él, entonces encendía una lamparita y anotaba con una sonrisa todo lo que podía recordar mientras se ruborizaba al recrearse en algunas escenas de sus sueños oxidados.



Entre paréntesis iba añadiendo los detalles que le gustaría cambiar, las cenas bajo las estrellas en las que no podía distinguir los alimentos pero si la forma de bailar o los achuchones románticos y besos etéreos, intentándolos hacer más carnales, añadiendo sensualidad y quitando nebulosidad, poco a poco fue dibujándole las manos, sus ingles, la fortaleza de sus hombros, la forma de moverse, de andar, de atusarse el pelo, le enseñó a acariciarla como a ella le gustaba, dulce y de forma animal, las miradas, el color de los ojos, estatura ideal, tono de voz y la forma de hablar, añadiéndole las frases que deseaba oír, incluso los olores y sabores ficticios que podía desarrollar.



Antes de ir a dormir leía atentamente la libretita e intentaba que se cumplieran sus instrucciones al pié de la letra, poco a poco el hombre soñado empezó a tener un rostro perfilado, una sonrisa recordable y un cuerpo terriblemente acogedor del suyo.



Esta vez sonrió maliciosamente antes de sumirse en el sueño, en su bloc había anotado entre paréntesis:



(no olvidarse de pedirle el móvil)



Está vez atrapó su lápiz y su libretita entre los dedos y se abandonó a Morpheo. Esta vez durante el sueño sintió su piel casi perfectamente, se estremecía con sus roces, se acordó de pedirle el teléfono y él le susurró unos números al oído, intentó despertarse para anotarlos pero no pudo....... a la mañana siguiente se había olvidado, lloró desolada y estrelló la dichosa libreta contra la pared.



Gritó horrorizada



Al mirarse al espejo comprobó que durante el sueño, en su pecho desnudo figuraban 9 números escritos con una letra deliciosa con el carmín de sus labios.





Supongo que entenderéis que no publique lo que pasó al cabo de 9 meses ..... para evitar futuras invocaciones y malos entendidos ......






lunes, 24 de octubre de 2011









Juaaaaaanmaaaaaa !! ayuda!! veeeen por favor !!

La mujer muy delgada de unos 70 años, de piel quemada por el sol, yacía en la orilla inerte, la tendí boca arriba, vomitaba algo de agua de modo que torcí su cabeza hacia un lado, dejando que expulsara parte del agua salada alojada en su interior.
Bajé los tirantes de su traje de baño para que no oprimiera su torax, le saqué la dentadura postiza, que andaba ligeramente suelta en su boca de labios amoratados, con el pulgar estiré la lengua hacia abajo, para intentar que el aire fluyera en aquellos pulmones gastados.
Me arrodillé junto a ella, le coloqué una mano en la nuca, la otra en la frente, elevando ligeramente la de la nuca y empujando con la de la frente, su extensión de la cabeza era perfecta, su cabeza no pesaba casi nada.
En esta posición, bajé la mano de la frente hacia la nariz y con dos dedos la ocluí totalmente. Llegué al punto que más me gustaba inspiré todo el aire que pude, ese aire que iba a compartir con esa anciana, apliqué mi boca a la suya y soplé con fuerza.




Fui moderando la cantidad y fuerza de mi soplido, no se como, tenía un sexto sentido que casi sin pensar, me hacia insuflár el aire justo, aunque en este caso mis pulmones hacían todo el trabajo, metiendo a presión el aire en los suyos.
Retiré mi boca y comprobé que salía mi propio aire, el que había depositado con energía y con esperanza, por su boca salía perfectamente, cada 5 segundos, le insuflaba aire, al cabo de 10 inyecciones de aire, noté una reacción espasmódica en su torax y abdomen, un vómito de agua salada y saliva inundó mi cara, sonreí estaba salvada, nada en este mundo era mejor que esto.
Luego sus ojos llorosos, de mirada extraviada, ese agradecimiento visual, lento, entre asustado e incomprensible, había salvado otra vida, el corro de bañistas cuyos rostros reflejaban angustia, me felicitaron, dándome palmadas en la espalda, mientras unos chicos de una ambulancia, se llevaban a la mujer en una camilla, antes de llevársela, ella pasó su mano rugosa por mi rostro.

La verdad es que tenía facilidad para el 'boca a boca', creo que por alguna razón inexplicáble, había entendido perfectamente el comportamiento de los pulmones, podía adaptarme a la respiración de los demás, el secreto era el ritmo, no enviar más aire del necesario, hacer que los pulmones de la víctima, les gustase respirar mi aire, seducirlos con ese oxígeno ya calentito que yo les enviaba, este verano que ya acaba había salvado a doce personas, había conseguido una cierta fama e incluso tenía una oferta para trabajar en una piscina de gente adinerada, luego algunos de aquellos que había salvado sus vidas, me visitaban en la caseta y me traían algún refresco, mientras me explicaban sus proyectos, que ya no fumaban, ni bebían, como si sus pulmones me pertenecieran un poco, en definitiva este trabajo de socorrista en la playa me encantaba.

Aquella tarde, ya estaba cerrando la caseta, en el momento que estaba alojando la llave en la cerradura, se acercó una chica, vestida solo con un bikini, un pareo en la parte inferior y un bolso grande de playa. Era una de las casi ahogadas de este verano, la reconocí inmediatamente, una mujer bastante joven, de frente despejada francamente bella, reconozco que mientras la salvaba en su día, tuve que hacer algún esfuerzo para no fijarme en su cuerpo, en sus curvas de mujer y su piel de bronce.

-Por tu culpa, ya no me gustan los besos de mi novio. Desde que me besaste, sentí tu aire en los pulmones, ahora todos los besos me parecen ridículos.

-Eso será que quizás no te guste tu novio, yo ahí no puedo hacer nada

-No, no, no, he estado besando otros hombres, cada día voy a la discoteca y me dejo besar cada dia con alguien diferente, ya se creen todos que soy la puta de los besos, pero necesito recuperar el sabor de mis besos, no siento nada, no puedo seguir así. Has arruinado mi vida

La verdad es que mientras hablaba, se le escapaban unas lágrimas y le temblaban un poco sus labios, su rostro me encantaba e incluso reconozco que me apeteció besar esos labios tan carnosos.

-Lo siento de veras, perdóname, si lo sé te dejo ahogar.

Bromeé, para eliminar la tensión

-Mira, no se que pensarás, pero quiero besarte, creo que estoy obsesionada desde que me salvaste la vida y quizás si te beso y no noto nada, pues consiga cerrar esta puerta abierta, eliminar esta obsesión que me corroe y rehacer mi vida sentimental.
Será un beso terapeútico no te preocupes, no volveré a molestarte.

La situación me estaba superando, porque realmente estaba asustado y si todos los que habia salvado, venían a reclamar por haberles estropeado sus vidas sentimentales, era tan bella
¿y si la decepcionaba y no volvía a verla nunca más?

-Empujé la puerta de la caseta y la hice pasar, se sentó en la camilla de cuero negro mirándome fijamente .........

Bueno amigos lectores, no se que final ponerle a esta historia .........tengo que enfriarme un poco, (me he obsesionado con la protagonista y no quiero aprovecharme de ella)


Para seguir esta historia recomiendo leer la primera parte
-Empujé la puerta de la caseta y la hice pasar, se sentó en la camilla de cuero negro
mirándome fijamente .........


-Tendrás ese beso, pero hay que esperar el final del día.

Al cabo de una hora de tensa espera, cogí una toalla de pelo largo, muy espesa, muy grande con una cruz roja en su centro, le tendí la otra mano y salimos de la caseta, dirigiéndonos hacia la orilla, noté que ella estaba sofocada por los pensamientos que invadían su mente,

Extendí la toalla sobre la arena, con una lentitud pasmosa, ella necesitaba despejarse de la excitación, que en esos momentos corría como un caballo desbocado por todo su cuerpo.

-Aún no me has besado y ya me estoy volviendo loca.

Entonces se produjo la conjunción de elementos, esa sensación tan relajante de los granitos de arena aún tibia, que se escurren entre los dedos descalzos con un agradable cosquilleo, los pies se escapan de la toalla gigante, y se hunden suavemente en el nacar molido, el suave sonido metálico de los gujarros chocando entre si, arrastrados por las olas que los devuelven a su lecho, olas que adormilan, retirándose y empujando para formar otra y otra, los latidos del acelerado corazón de ambos, el sol marchándose majestuoso por el ocaso y con él, los últimos bañistas perezosos.

Estábamos solos, ¡por fin!, sentados en aquella inmensa toalla, como si el espectáculo del mar, fuese exclusivo para nosotros dos, sentí su corazón al tocarle el hombro y sus labios carnosos
palpitaron levemente, con la mirada llena de misterio, la invité a meternos en el agua, me
siguió hipnotizada.


Nuestros ojos estaban mas cerca que nunca, dejamos que nuestros cuerpos dejaran de tocar
fondo y al compás de las perezosas olas nuestros cuerpos se atrajeron magnéticamente,
entonces ella por la excitación, desconectó su coordinación dejón de bracear y se hundió ligeramente, antes de subir a la superficie, mis labios se aplastaron contra los suyos, entre las dos lenguas y el salitre surgió una compenetración inmediata, notamos el agua entrar en los pulmones .... nos parecía pertenecer a ese líquido elemento.
No era desagradable, el mar nos acariciaba a los dos y ella a mi, me daba su aire y yo el mio, casi podíamos respirar bajo el agua. la compenetración era increible, abrí los ojos bajo el agua ella sonreía con sus cabellos mecidos lado a lado, con la armonía de las terminaciones de una medusa mecida por los caprichos de las corrientes .

Nuestros corazones compartían un solo latido, las lenguas se acariciaban disfrutando cada
una del nuevo sabor de la otra, saliva dulce y mar salado, así permanecimos durante varios minutos sintiendo el vacio y la ingravidez de las profundidades marinas...

El sol parecía explotar de color, antes de desvanecerse tintando todo el cielo, las gotas de agua en el pelo brillaban como si fuesen de plata, descomponiendose en mil tonos, esto hizo reventar de sabor nuestras bocas, las lenguas se acariciaban, encontrando nuevos matices y despertando todas las terminaciones nerviosas.

-Cabrón, ¿ahora quién va a superar este beso? Has arruinado mi vida definitivamente.

Salimos del agua y nos tendimos en la toalla mirando las estrellas que salían timidamente, solo recuerdo que antes de dormir, me besó el pecho con sus labios aún con restos de carmín.......aún ahora, me parece sentir su calor.

Al despertar, me encontré solo en la toalla, no podía admitir que ella estaba muerta, fue la única persona que no pude salvar, una obsesión que me atormenta, un sueño reincidente que me persigue, pero al incorporarme pude ver perfectamente el carmín de sus labios en mi pecho......

PD Este beso está rodado por especialistas, no se os ocurra probarlo, sin un socorrista... ;-)

sábado, 22 de octubre de 2011

Por fin encontré trabajo, 'Comprobador de blogs eróticos', los amables y respetables Sres. de Google me han contratado.

Mi trabajo es simple, comprobar el efecto erótico de un blog que así se autodefine, solo tengo que ponerme en contacto con él o la blogger, ir a su casa y comprobar 'in situ' que el contenido de su blog, ejerce esos maliciosos efectos.....






Es un trabajo de gran responsabilidad, pués millones de personas van a disfrutar de ese contenido.


En caso positivo, se le premia con un cartelito que ya no se podrá quitar. No penséis que es un trabajo fácil y placentero mas bien todo lo contrario.


Una vez se ha concertado la entrevista, para evitar la huida del 'blogger' se le coloca un collar en el cuello con el anagrama del 'Google', se le obliga a sentarse en una silla, se le atan las muñecas y los codos al reposabrazos y los tobillos y pantorrillas a las patas, para que no pueda huir durante la comprobación.


Luego se hace una lectura detallada del blog en voz alta, tomándose el tiempo pertinente, y haciendo anotaciones en una libretita de lo que acontece.
Lo primero es comprobar el estado de los senos, la turgencia, y el tamaño de los mismos, deberá ser el que se explicita en el blog, y luego por supuesto sus pezones, si el blog es de sumisión, los pezones de una esclava para llegar a ser perfectos debieran estar anillados según la normativa vigente.

Antes de seguir con la investigación, es indispensable que la respiración del blogger sea cada vez más profunda y se puedan sentir los latidos de su corazón mientras se le palpa con dulzura por debajo de la camiseta, en un plan aséptico como es preceptivo de un profesional .


Para pasar a la siguiente fase se comprueba el estado de los aureolas y pezones, hay que comprobar que no se hinchen ni se alteren con las lecturas, visión de imágenes y vídeos de su propio blog, entonces se deben masajear bien sus pechos, hay que hacerlo de manera adecuada para que el efecto sea inmediato, si sus pezones empiezan a ponerse duros y erizarse y su boca se abre y empieza a intentar mover el cuerpo buscando una presión mas constante, se puede continuar con la comprobación.


El espectáculo sensual y manoseo previo, debiera comenzar a poner a prueba la resistencia de mi bragueta (térmometro imparcial), para superar esta siguiente fase, debo notar palpitaciones salvajes y agresivas como las de un toro acorralado. En caso contrario las manos de la blogger se deben liberar para iniciar un juego tan comedido como excitante, deben iniciar el recorrido por la geografía de su propio y voluptuoso cuerpo explorando por completo todos los rincones, lo que inevitablemente debe provocar una nueva convulsión del venoso monstruo encarcelado.


Para seguir con la comprobación hay que desabrochar el sostén de la solicitante, dejándolo caer en el suelo. Es importante que caiga por su propio peso. Es preciso en este punto ver como la autora de blogs desabrocha la bragueta y acaricia a la bestia encarcelada, siguiendo paso a paso sus propios escritos, en esos momentos el miembro debiera salir de su cárcel empalmado al máximo y golpeando sus mejillas.


Para la última fase hay que deslizar la mano bajo su ropa, desde su nalga hasta su pubis y comprobar la vellosidad de todo su monte de Venus, analizando que coincida con las descripciones de sus narraciones, luego hay seguir bajando hacia su sexo, hay que comprobar sus reacciones, si al notar la cercanía de los dedos abre un poco más sus piernas para facilitar la verificación, hay que palpar sus labios mayores y notar si los pelillos que los rodean están totalmente mojados de flujo vaginal, luego no hay que olvidar que hay que pasar los dedos por la entrada de su vagina, para comprobar que sus labios menores están también totalmente mojados, resbaladizos y bien abiertos para acceder con facilidad al interior de su vagina.


Roces al clitoris son necesarios para observar las pequeñas convulsiones y espasmos que recorren la espalda, según consta en las bases de datos de Google.


A pesar de esta situación algo embarazosa, no hay que dudar ni un instante en penetrarla con los dedos, palpando las paredes mojadas de su vagina, tener los dedos totalmente impregnados de sus jugos y luego saborearlos para certificar que su sabor coincide con las narraciones del blog.


En caso de superar esta habilidosa comprobación, una llamada a mis jefes y aparece el siguiente cartelito avisador en su blog....


Ahora ya sabéis que detrás de cada cartelito de advertencia hay un trabajo exhaustivo y delicado, yo seguiré sacrificándome por el bien de la comunidad Internauta ;-)

jueves, 20 de octubre de 2011






-Ella disimulaba, en realidad sabía que era de caramelo.




-¿Me va a decir vd. que se puso a chupar a una mujer creyéndose que era de caramelo?




-Exactamente.



-Esto es inaudito. ¿No se fijó que se movía que protestaba como un humano?




-Pensé que se hacía pasar por humana para evitar que me la comiera, la razón de existencia de los caramelos es ser comidos. Además huele como un caramelo de fresa y sabe a azúcar y va envuelta en un papel de colores con corazones.



-El que a esta mujer le falte un brazo, vaya vestida con un modelo de Agatha Ruiz de la Prada huela y sepa como un caramelo no quiere decir que lo sea, son casualidades circunstanciales.



Además en el informe policial afirma que vd. la desnudaba lentamente a medida que la iba chupando y afirmando sin ningún rubor "Que rica estás".



-No la desnudaba, la desenvolvía ¿acaso vd. se come los chupachups con el envoltorio? y no la chupaba le estaba lamiendo lentamente.





La víctima subió al estrado. La verdad es que aquella mujer olía poderosamente a fresa.



-Nos puede explicar a la sala, porque razón le falta un brazo.


-Me dieron un mordisco por la calle mientras paseaba.



-¿Y le arrancaron el brazo?¿Dónde lo dejaron?



-Se lo comieron.



-¿Le importaría que un voluntario del jurado se acercase al estrado y comprobase que es vd. humana y que dista mucho de asemejarse a un caramelo?.



-¡Claro que no!.



Se acercó un hombre de mediana edad de complexión fuerte se inclinó ante su escote y pasó la lengua lentamente por su cuello intentando descifrar su sabor.



-¡Es de caramelo! y siguió chupando separándole un poco el cuello de la camisa y abriéndole la blusa para ver que el resto del cuerpo también lo era.



Se produjo un tumulto en la sala, los restantes miembros del jurado quisieron probar también y saltaron de una forma espontánea hacia aquella fémina tan gustosa y poco a poco aquella mujer/caramelo se fue deshaciendo entre aquellas lenguas curiosas hasta que solo quedó su ropa amontonada en la silla de los testigos.



El juez estaba atónito se habían comido las pruebas la víctima y la propia denunciante. Se decidió que aquella hermosa mujer era de caramelo y se borraron de común acuerdo todos los datos para que nunca saliera a la luz aquel acontecimiento.






Es la pequeña historia que explica porque algunos lamen a las mujeres:







No es lujuria ni obscenidad, simplemente es para comprobar que no sea de caramelo.

viernes, 7 de octubre de 2011




Desabrochó un botón mas de su blusa, una piel blanca destacaba contra los encajes violáceos de un sujetador apenas sugerido, cerró la mano sobre uno de aquellos gruesos dedos y separó con dulzura la mano que reposaba en el cambio de marchas acompañándola al inicio de sus senos, la palma de la mano se ahuecó como con miedo de tocar aquella increíble piel suave, luego los dedos se estiraron al rozar aquella textura, dejando que el nacimiento de las turgencias jamás tocadas por nadie apenas la rozara, aquellos dedos estaban hechos para tocar aquellos hermosos pechos, todas las terminaciones nerviosas se activaron en conjunción y un repentino baño de sudor lleno de diminutas perlas iriscentes aquella superficie tan extraordinariamente suave, culminada con un pezón esponjoso apenas oculto entre las intrincadas formas florales de los encajes de seda.

De repente el tiempo se aceleró, los peajes de las autopistas pasaron rápidos y el sol pareció caerse del cielo a plomo.

El porqué estaban lejos de su entorno, en una desconocida autopista embarcados en un desvencijado coche de mas de 15 años cuyo color original estaba escondido por una especie de barro blanco, él vestido de torero con el traje de luces y ella con un vestido oscuro, elegante a la par que sensual, forma parte de las vicisitudes de un encuentro muy difícil de explicar y que dejo a vuestra delicada imaginación ya que supongo que no querréis entrar en los escabrosos detalles.

domingo, 25 de septiembre de 2011

La Reactancia puede causar que una persona

adopte o endurezca un punto de vista

o actitud contraria a la intencionada

y también incrementa la resistencia a la

persuasión.









Se acercó a aquella imponente mujer de piernas infinitas, calzadas en unas medias oscuras inmaculadamente vestida, sus proporciones destacaban en la sala, leía sola en una mesa redonda mientras tomaba un café con leche, se notaba que utilizaba sus encantos a la perfeccion para conseguir sus objetivos, observándo su cuidada apariencia y traje chaqueta de marca se diría que era triunfadora y ambiciosa en su trabajo y no acostumbrada a los desplantes. Estaba leyendo atentamente un libro de filosofía acerca de Montesquieu.

La conversación fue educada en grado sumo, pero totalmente desconcertante para ella, no así para nuestro ínclito personaje.

-Me llamo Damian, perdona que te aborde, pero estaba en la barra del bar y distraídamente me fijé en ti, estaba buscando una mujer poco agraciada físicamente, recatada, aunque no tenga modales finos y que aparentemente sea fiel y leal aunque no tenga mucha cultura.

La mujer sintió que algo ardía en su interior, luchando contra su deseo de lanzar un improperio, aguantó su rabia con una suave y estudiada caida de ojos contestó.

-Encantada, me llamo Mónica.

Estiró un poco sus piernas y se atusó la larga melena rubia, estaba enredada en sus propias redes, en ella ahora solo había ganas de venganza, seducir y sacar del terrible error a este majadero que no sabía apreciar las 'delicatessen' que encerraba su persona.

Damian permanecía totalmente impasible ante los constantes cambios de postura e inclinaciones hacia delante para mostrar su generoso escote, mientras la ajustada falda y parecía aparecer y desaparecer entre aquellas largas piernas de muslos torneados. De modo que ella intentó llevar la conversación a su terreno.

-Entonces Damian ¿No te parezco guapa?
-Pues no la verdad, pero no te preocupes, ya te he dicho antes que no es lo que busco en una mujer.
-Te aseguro que en la intimidad gano mucho, quizás hoy he salido un poco rápido de casa y no me ha dado tiempo de maquillarme y ponerme la ropa que mas me favorece.
-No te preocupes yo mas bien prefiero a las chicas algo feas, en esta vida no se puede tener todo.

La inseguridad ya tenía su víctima propiciatoria, estaba haciendo su efecto de una forma inexorable, adueñándose de la situación y extendiéndose como una mancha de aceite. Y el efecto 'camaleón' se apropió de aquella bellísima mujer. No entendía que pasaba abrió la boca y no parecía dueña de sus palabras.

-Soy una fiera en la cama, dispuesta a hacer lo que me pidas y de lo mas discreta que te puedas imaginar en la vida social y por supuesto fiel como la que mas (aquí mintió con descaro), puesto que estaba reforzando sus puntos mas débiles ya dando por perdidos sus armas de mujer más poderosas.

-¿Seguro? No me lo creo.
-Yo no me siento fea pero si tu me ves así supongo que debes tener otras referencias, debes conocer mujeres muy guapas.
-No te preocupes tienes una conversación muy agradable y suples tu belleza con simpatía y personalidad. Me gusta la gente simpática.
-Por favor déjame salir contigo, aunque solo sea una cita.
-Bueno ya que insistes, aquí tienes el número de mi móvil.


Llegados a este punto Damian abandonó su actitud distante, lo cuál hizo que ella se levantase agradecida y le besase suavemente la mejilla mientras cogía la servilleta con el número de móvil, al salir contorneó las caderas a través de su falda ajustada y salió rapidamente del local no fuera a ser que Damian se arrepintiese.


Estaba terriblemente contenta.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Al colocar la llave en la cerradura, se acopló perfectamente, dos vueltas a la derecha, un chasquido y el carácteristico olor a madera la invadió por dentro, era una cabaña muy acogedora, unas vigas grandes de madera contrastaban con el techo bajo, muebles rústicos, chimenea con leña cuidadosamente apilada en su costado izquierdo.


Decidió ponerse cómoda la espera podía ser larga, encendió la chimenea y miró distraidamente por la ventana....



- - - o o o O o o o - - -



No podía creer lo que estaba viendo, una gran maleta marrón de piel provista de unas pequeñas ruedas avanzaba por la estrecha carretera invadiendo la calzada, había tomado velocidad por la pendiente, el caso es que la esquivó con dificultad con un volantazo y observó por el retrovisor como perdía velocidad y se paraba majestuosamente en la cuneta de la siguiente curva, una terrible curiosidad la invadió, abrió aquella maleta, una dirección y una llave coronaban una serie de efectos personales, unos 'jeans', una chaqueta de franela, varias camisas de, ropa interior.... el caso es que aquellas prendas y el aroma que se desprendía de ellas le resultaban terriblemente familiares, su mente sin ser autorizada empezó a imaginar la figura de su dueño.


- - - o o o O o o o - - -
Él no se porqué extraña razón decidió poner sus objetos íntimos en aquella vieja maleta provista de ruedecillas, era una maleta peculiar siempre pensó que dotada de vida propia, el caso es que fue doblando cuidadosamente sus recuerdos, las prendas mas apreciadas, el cinturón que siempre llevaba consigo, tampoco pudo comprender porqué se acercó a aquella vieja carretera y lanzó la maleta a rodar desde el punto más alto impulsándola con el pié .....


- - - o o o O o o o - - -


El chasquido de unas ruedas frenando sobre la gravilla la sacó de su ensimismamiento, alguien bajó del coche oyó el portazo, sus pasos y el chasquido de la cerradura al ir dando su consentimiento metálico para entrar, ahora ya no podía reaccionar, lentamente se plantó enfrente de ella, sonrió.


-¿Tú?




Ella sonrió nerviosamente, pensó en lo acertado de no ir con su uniforme, ocultó rápidamente el bloc de multas bajo la maleta abierta, se desabrochó la blusa lentamente mientras pensaba que por esta vez no denunciaría al imprudente dueño de la maleta .......

domingo, 4 de septiembre de 2011









En la playa, un día pegajoso y caluroso, un hombre protegido en la sombra que proporciona una sombrilla azul, contempla anónimamente pero con minuciosidad a la gente que transita, se baña o toma el sol perezosamente sobre la arena, va tomando notas en una libretita amarillenta. Tantas horas entregado a la misma actividad y con la vista puesta en la carne desnuda colocada encima de las toallas, asándose lentamente y retozando bajo el astro rey podría no significar ser algo bueno, quizás sea un 'paparazzi' sin escrúpulos o peor todavía un posible secuestrador.
El observador es observado a su vez por un policía, en un anillo recursivo de difícil solución, cuando pasan unas horas de mutuas vigilancias, el agente se acerca y le pide la documentación, para evitar que un voyeur o un sujeto de dudosas intenciones quiebre la plácida jornada.
Nada de eso, es un hombre que busca una amiga especial según manifiestala, como no se fía de la vacuidad de las redes sociales decide realizar un trabajo de campo y recurrir al viejo uso de la observación metódica y de su exhaustivo conocimiento como 'cazatalentos'.

El funcionario intrigado, le pregunta porque no se fija en los cuerpos de las mujeres mas exuberantes o en la mirada pérdida de la intelectual con las gafas semicaidas, reflexionando sobre la última frase leida en un libro semiabierto, ni tampoco en las variadas razas exóticas que llenan de color esta selva humana, él cree con vehemencia que en esta playa puede estar su futura amiga, va tachando en su libreta a las que muestran en su cuerpo el paso envilecido del tiempo y a las que no muestran ninguna arruga, a pesar de que crece la esperanza de vida, no le interesa ni la depresión, el pesimismo, el extreñimiento ni la ingenuidad y la candidez que obliga a gastar la vida explicando todo de nuevo.
Las candidatas se reducen vertiginosamente, también ha rechazado a las que ña piel de su espalda recuerdan el rojo cangrejo, su amiga cómplice no debe ser tan irresponsable y olvidarse del riesgo de su propia piel a cambio de un moreno de estampida, también descartadas las que demasiado previsoras aparecen con 2 toallas en la cabeza y una sábana rodeando su blanco cuerpo.
También quedan descartadas las que guardan las dos horas reglamentarias de digestión y las que se lanzan corriendo al mar después de una inmensa paella regada con litros de sangría.
Quedan cada vez menos candidatas, anota en la libreta las descripciones de las que después de comer (debidamente hidratadas y protegidas del sol), se zambuyen entre las olas con el riesgo medido con un protocolo sencillo de aclimatación permaneciendo en la orilla durante algunos minutos.
Mi amiga tomará iniciativas asumirá riesgos pero no me arrastrará al caos, estará al día y no se moverá por modas pasajeras.

En la lista se subralla a las que disfrutan de sus propias actividades, nadan, saltan las olas, recogen la pelota que se les escapa con una sonrisa fácil en la boca.
Se tachan a las que abordaron las hamacas gratuitas pasando por encima de ancianos y niños, acaparando incluso mas de las que pueden ocupar, son egoistas potenciales capaces de cualquier cosa por efímeras necesidades.
El agente sorprendido de tantos descartes le dice al observador que posiblemente si hila tan fino no encontrará a ninguna futura amiga capaz de satisfacer sus expectativas.
El hombre contesta que tiene en cuenta eso no le importa irse con las manos vacias pero gracias a sus observaciones tiene a las más preparadas para su nueva amistad pero que el problema mas difícil es convencerlas de que deben dedicarse a ser sus amigas. Por lo tanto no deja de ser un simple juego para distraerse en las largas horas estivales.


En una calurosa playa ahora hay dos hombres acurrucados bajo la sombra de un parasol azul uno toma notas en un bloc de multas.

domingo, 17 de julio de 2011































Un hombre de mediana edad de complexión fuerte
corre desnudo y lleno de vendajes por los pasillos del hospital, parece desorientado, una gasa oculta parcialmente su cara, intenta encontrar la salida desesperadamente, el rostro muestra muecas de terror y sus gestos son descoordinados.

Detenido entre tres enfermeros no puede dar explicaciones coherentes, habla de sueños y realidades, se muestra terriblemente confuso, cada mañana se encuentra mas débil, cree que alguien le está quitando la vida y alguien la reparte entre quien mas la necesita.



En el informe policial, denuncia que en repetidas ocasiones se despierta con una eyaculación brutal en mitad de la noche, como si una fuerza le absorviese las entrañas, al abrir los ojos siempre encuentra a una enfermera cerca de él que se relame y atusa la bata, él busca disimuladamente su propio semen entre las sábanas pero están totalmente secas, la empleada que nunca es la misma sonríe y se va...
El enfermo con el que comparte la habitación muestra una cara de profunda decepción.




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Se había corrido la voz entre el personal sanitario femenino que aquel hombre accidentado por un atropello de coche, tenía el glande con un sabor, aroma y textura extraordinarios, una mezcla de flores y miel.


Todo empezó por una casualidad, la enfermera que le ayudó a cambiarse de ropa por primera vez pues estaba débil y dolorido, comprobó que estaba muy bien dotado al pasarle una toallita por el miembro para limpiarlo bien, al frotarlo quedó un tanto maravillada con una simpática erección, acompañada de un perfume que invadió toda la habitación, por la noche después de administrarle los sedantes correspondientes y esperando que nuestro hombre se durmiera, decidió investigar mas a fondo y levantó cuidadosamente la sábana y procedió a frotarle la verga de nuevo, observando sus mágicas proporciones y un tacto increiblemente suave, como no se despertaba y aprovechando la oscuridad se la metió furtivamente en la boca, entonces comprobó que tenía un sabor delicioso y no pudo resistir la tentación de acariciarla con la lengua sin encontrar el momento para parar, un chorro de leche la devolvió a la realidad y quedó definitivamente absorta con aquel nuevo sabor, quedó maravillada se lo contó a su mejor amiga que naturalmente no se lo creía y quiso comprobarlo por si misma y al final le dio la razón, aquella habitación siempre olía poderosamente a flores, de modo que las auxiliares al pasar por la puerta preguntaban que pasaba, el rumor se extendió como la pólvora y las que aún no lo habían probado amenazaron con contarlo todo, de modo que se hicieron unos estadillos, para que todas las que quisieran pudieran comprobarlo por si mismas.


























--- o o o O o o o ---

El no entendía porque a su compañero de habitación tenía siempre canalizada la atención de las enfermeras, cada vez que se dormía una enfermera entraba apagaba la luz y le practicaba una felación. El se hacía el dormido pero no había manera ¿acaso no se la podían hacer a él?. ¿Acaso aquí no cotizamos todos igual?


Se apartaba las sábanas dejando el miembro al descubierto, pero las enfermeras simplemente le tapaban de nuevo chasqueando la lengua y en cambio destapaban al de la cama contigua, se dedicaban por entero y con dedicación al cipote de su compañero de habitación, quizás debiera pagar algún tipo de complemento. El caso es que cada vez aparecía una enfermera nueva pero siempre hacía lo mismo que la anterior como si ya supiera de antemano lo que había que hacer.



Dejó de tomar sus medicamentos, se perfumaba constantemente, se hacía el dormido, empeoró su salud pero no se pensaba ir de aquella habitación hasta que las auxilares se fijaran en él.

domingo, 3 de julio de 2011

- Pero ¿Se puede saber que haces?
- Quiero invitarte a algo.
- ¿Invitarme? ¿Atropellarme en el baño y encerrarme aquí es una forma de invitarme? ¡Apártate por favor y déjame salir!.
- Soy un cliente asiduo a este local, no seas estúpida conmigo, solo quiero que te sientas bien.
- ¿Pero tu eres gilipollas? ¡Haz el favor de apartarte de la puerta!

Ella era la encargada de las barras de la terraza de una discoteca, su trabajo consistía en llevar el cambio, controlar el dinero de las cajas y formar los espectáculos de las 'gogos'. Normalmente la controlaba Alvaro, "mi guarda espaldas preferido" así le gustaba llamarle, un cuerpo fibroso de dos metros, cabeza afeitada, unas facciones muy duras y una siempre una sonrisa cómplice hacia ella, su sola presencia le daba seguridad en las largas noches.

Una de esas veladas, mientras él atendía una llamada por el auricular aprovechó la ocasión para ir al baño. Cuando se estaba lavando las manos un tío al que conocía de vista, cliente asiduo que solía dejar muchas consumiciones, tan enormemente grande como pesado después de negarle una y otra vez, noche trás noche, que no iba a ser suya nunca, con infinita paciencia y educación....
Se coló dentro del baño de las mujeres. Cuando se quiso dar cuenta se sintió levantada como una pluma por detrás, de malas maneras la había metido en uno de los habitáculos del baño.

- ¡Escucha ! Estate calladita si no quieres que me enfade contigo.
Bramó. Ella estaba furiosa, le miró a los ojos con cara de desprecio.
- Me importa un bledo que te enfades conmigo, déjame salir ahora mismo, tú y yo no tenemos nada que hablar y menos de esta forma.
-¡Que te calles de una puta vez!
De un salto se interpuso entre la puerta evitando que pudiera salir. El miedo empezó a invadirla, ahora furia y rabia se fundían en su interior. Debido a su larga experiencia en las relaciones con clientes desfasados, analizó rápidamente sus opciones, o forcejear como una loca e intentar salir (que sería imposible puesto que su complexión triplicaba la suya)... o mejor no enfurecerlo más y esperar una oportunidad. Mientras él sacó de su bolsillo trasero una cartera, de ella una bolsita blanca, cogió una tarjeta de plástico, colocó la cartera encima de la tapa del inodoro, abrió la pequeña bolsita y tomó una pequeña cantidad de unas piedrecitas blancas, con su tarjeta las fue deshaciendo hasta convertirlas en polvo, sonriendo maliciosamente levantó su mirada hacia ella.

Estaba terriblemente asustada mirando fijamente lo que hacía mientras la tenía empotrada contra la pared obstaculizando la puerta para que no pudiera irse.
Dibujó dos pequeñas rayas blancas en la cartera con el polvo obtenido. Se incorporó y pasó la tarjeta por la boca de ella, apartó la cara a destiempo pero un polvo blanco ya había impregnado sus labios, al humedecer sus labios con la lengua una amargura recorrió su garganta e hizo que su lengua perdiera su sensibilidad.

- Me gusta mucho tu lengua pequeña....
Le susurró al oído dejando el rastro de una peste a alcohol que tumbaba. Sacó de su pantalón un billete de 50 €... lo enrolló cuidadosamente.

-¡Toma, esnífa ! es muy buena.
- Ya sabes que no me drogo, no quiero.
- Alguna vez tendrás que probarlo... te gustará, no seas niña y esnífala.




Con el billete ya en su mano le miró e imploró con lágrimas en los ojos.
- ¡Por favor, no quiero meterme esa mierda!
- ¡Mira, ya me has cansado! ¡Estoy harto de ser bueno contigo y no recibir nada más que rechazos he insultos por tu parte! ¿Acaso crees que alguien te va a tratar mejor que yo? Además cuando a mi se me antoja una mujer... la consigo y punto. Así que ¡ponte el billete de una puta vez en tu nariz y esnífa!

Su voz empezó a quebrarse... sus ojos le miraron con cara de miedo y odio y las lágrimas empezaron a caer sobre sus mejillas. El se ablandó aparentemente, secó las lágrimas con sus grandes dedos y la abrazó mientras susurraba.

- No llores mi pequeña, jamás te haré daño... mientras seas buena conmigo.

En ese momento ella recordó que de su minifalda colgaba el interfono que le mantenía en contacto toda la noche con Alvaro. Tenía tres botones. Uno para llamarle, otro para que ella le hablase a él y otro... en caso de emergencia... que localizaba la señal desde donde se emitía. Levantó la mirada y miró fijamente a su "secuestrador" e intentó poner en su boca las palabras mas dulces que su estado le permitía.

- Lo siento, soy una desagradecida. Le lanzó una sonrisa y empezó a besarle... lamío sus labios con su lengua todo lo húmeda y suave que pudo.. le acarició la cara con gesto de ternura.

- Soy tonta, nadie mejor que tu va a cuidar de mi, (Solo con el hedor que salía de aquella garganta oscura una sensación de asco recorrió todo su cuerpo), pasada la sorpresa inicial, la abrazó tan fuerte que estuvo a punto de ahogarla y sin que él se diera cuenta... acercó su mano lentamente al interfono y apretó el localizador.

Cogío el billete y se puso de rodillas delante de la tapa del retrete, giró la cabeza hacia arriba y le sonrió timidamente a lo que él contestó con una sonrisa impregnada en cocaína y alcohol. Esnifó la raya de cocaína y la sintió entrar hasta el estómago como un cuchillo afilado, originando en ella una pequeña arcada, al incorporarse su sensación de angustia llegó al límite, cuando vió que se había bajado el pantalón y tenía su enorme polla fuera.


Empezó a temblar en su interior, intentando que no se le notara, un mareo se añadió a las arcadas y le pareció entrar en un vacio que se adueñaba de su mente, con un hilo de voz le replicó.

- Tranquilo, metete la tuya , tenemos toda la noche.
Se llevó la mano a su imponente falo y me hizo saber lo orgulloso que se sentía de su cambio de actitud y el 'regalo' que le esperaba por haber complacido su deseo. Se arrodilló ante la taza, haciendo que yo quedara incrustada entre la cisterna y la pared. Una voz al otro lado de la pared se oyó:
- ¿Olivia?
- ¡Estoy aquiiiiiiiiiiiiiii!!!


Gritó mientras los nervios se apoderaban de ella y sus ojos estallaron en lágrimas

- ¡Cállate puta del demonio!.
Se incorporó y rápidamente tapó mi boca.
- ¡Está ocupado joder no molestes!

Gritó con fuerza. En ese momento ella reaccionó y con toda su rabia contenida le metió un rodillazo en toda la polla que le colgaba haciendo que su mano se la llevara a su entrepierna y dejando su boca libre.
- ¡Alvaroooooo ! ¡Estoy aquííí!
- ¡Aparta, furcia!

Rápidamente la incrustó contra la pared mientras él se incorporaba y le cruzó una bofetada que hizo salir de ella un grito inmenso mientras le ardía la mejilla.
-¡ Hijo de putaaaaaaaaaaaa !
Sintió de nuevo un fuerte golpe que la hizo caer al suelo ya que sus piernas temblaban y no aguantaron el peso. Un fuerte golpe se oyó en la puerta, otro y otro más, él la cogió del cuello y la levantó en vilo dejando su cuerpo suspendido en el aire. Sonó un terrible estruendo que hizo que la puerta cayera encima de él... soltando el cuerpo de ella y que fue a parar de nuevo el suelo.

Una luz la iluminó cuando vió a Alvaro allí, se sintió terriblemente segura, mientras se abalanzába sobre su verdugo, le propinó una patada en el estómago que lo dejó tumbado. En posición fetal sin poderse mover. Alvaro por fin la cogió en volandas entre sus potentes brazos y la levantó como si no hubiese gravedad sacándola del habitáculo. Viendo sus ojos impregnados en lágrimas y su cara roja por las bofetadas que aquel cabrón le había dado, la miró a los ojos y ella vió como una lágrima salio de los suyos.
- Mi pequeña. Ya ha pasado todo. Ya está todo bien. No quiero verte llorar mas.
La abrazó fuerte y la cogió en sus brazos ya que sus piernas no reaccionaban. La miró a la cara y secó sus lágrimas mientras le daba un besito en la nariz, otro... otro. De repente pasó su lengua por su nariz. Ella le miró extrañada, él nunca había hecho eso, la soltó y la metió en el retrete de al lado, antes de cerrar la puerta.


- Quédate aquí, no te muevas.
Cogió el intérfono y avisó a sus dos compañeros.
- ¡Venir al baño de la terraza!
Jamás nadie le había oído dar una orden así, aun siendo el jefe de seguridad, siempre hablaba con dulzura a sus compañeros. Sus pasos se acercaron al retrete de al lado. Se podían sentir sus zancadas fuertes pisando el suelo. Ella sintió de repente caer en otro mareo era como si de repente toda la rabia le hubiera salido a flote, una voz atronadora sonó en los lavabos.
-¡¿La has drogado?!
Se oyó un golpe seco.
-!Dime hijo de puta! ¿La has drogado? Se oyó como Alvaro golpeaba algo, a cada golpe un gruñido, se le oyó llorar por primera vez, se oyó como su voz normalmente imperturbable temblaba de rabia.
-Ahora vas a saber lo que es estar drogado.

sábado, 18 de junio de 2011


Un tanteo un diálogo de película, las metáforas puestas al servicio de la mente y de los sentidos de una manera muy poco usual.

Un galán Sean Connery, una dama aristocrática de buen ver, el anciano marido de ésta, que anda en la mas absoluta inopia y un fragmento con una conversación de evidente doble sentido.

Inteligentes metáforas y muy habilidosas. Hay que colocarse en la Inglaterra victoriana, acostumbrados como estamos a sus enigmas detectivescos, a su insultante corrección y a los exabruptos violentos de Jack el Destripador, estos diálogos son un soplo de aire fresco y despiertan la imaginación aunque quizás sea un capricho del guionista, puesto que no encaja demasiado en el marco adecuado de esta película de acción.

The first great train robbery. Michael Crichton (1978).






PD. Para parar la música del blog y oír el diálogo, parar el navegador, darle a la crucecita roja ....

viernes, 10 de junio de 2011
















Debo reconocer que soy un incondicional de Tim Burton.


Esta escena en la que un marciano toma el cuerpo de una mujer y seduce a un terrestre está llena de tópicos ridiculizados y a pesar de eso por el colorido y los movimientos vale la pena recrearse en ella.


Elegir de la actriz (Lisa Marie) versión terrestre o marciana .......

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