martes, 31 de enero de 2012

Soltando amarras

Él
Sabía desde hace tiempo lo que pasaba en el corazón de ella, ahora que él sabe que estará bien cuidada, abandona lentamente el puerto en su pequeño barco de vela, nada en las maletas, un mechero de metal para apretar hasta hacerse daño en los nudillos cuando el recuerdo haga daño en su corazón partido, un jersey ajustado a su cuerpo, tejido solo con palabras de amor para protegerle de los rociones y el aire frío de la noche saturado de salitre, también lleva cuidadosamente doblada la toalla azul con la que secaba su cuerpo después de abrazarse cálidamente en el mar. Atrás quedan las travesías, tormentas y huracanes.






El viento le aleja lentamente y su figura se confunde con la vela henchida por el viento, por una sola vez en la vida le gustaría la ausencia total de este y que su barco se quedase a la deriva ahí mismo dando vueltas sobre si mismo, arroja al mar las perlas de sus lágrimas derramadas y se quedan flotando dejando el mar inúndandolo de brillantes arco iris, atrás quedan los trozos de grises de Luna enredados en su pelo, los días especiales y el collar de piedras tramposas sobre su cuello blanco.

Ha visto que el corazón de ella late con fuerza y a pesar de su tristeza está feliz. Aunque a medida que se confunde en el horizonte su corazón se va rompiendo lentamente.

El intrigante (en todos los puertos hay uno)
Esta muy contento, por fin se va para siempre el que le ha hecho vivir atrapado en el odio permanente, al que ha dedicado todo su esfuerzo y parte de su vida durante todos estos años, el protagonista todas las cartas anónimas bajo las puertas, el creador de intrigas inventadas, el que ha embarazado con el semen de sus palabras a todas las mujeres deseadas, el tramposo, el caimán, la víbora que no le dejaba respirar, el que siempre se escabullía entre bastidores, el que le ignoraba, por fin ahora se hará justicia, por fin sin competencia será atendido por alguna y ya no tendrá que usar mas disfraces ni ocultas personalidades.

Ella
No sabía como decirle que quería secretamente en su mente y desde hace años a otro marinero que la amaba a voz en grito, el tiempo y los muchos días de tempestades la habían agotado, pero inexplicablemente no podía dejar de amar ni soportaba hacerlo, pues las veces que lo había hecho lo había pasado fatal, pero esta vez el correveidile hizo su función y catalizó los hechos, con múltiples cartas y conspiraciones en las que era un autentico experto, pero el no sabía que la historia ya estaba escrita hace tiempo.
Mientras él desataba las amarras y partia lentamente para que ella fuera libre respirase aire lleno de oxígeno le observaba de reojo, aunque a medida que se alejaba y su figura se confundía con las velas henchidas y se perdía para siempre en el horizonte ella comprendió que no podía dejar de amarlo pero ya era tarde.

Lectores Blog
Pero bueno que tipo de mierda es esta, este tipo presenta su blog en el apartado de humor, y aqui esto no tiene ninguna gracia.