Etiquetas: george Michael , letras , vídeo
"El viernes por la noche robasteis la vida de un ser excepcional, el amor de mi vida, la madre de mi hijo, pero no obtendréis mi odio. No sé quiénes sois ni lo quiero saber, sois almas muertas. Si ese Dios por el que matáis nos ha hecho a su imagen, cada bala en el cuerpo de mi mujer habrá sido una herida en su corazón.
No os haré este regalo de odiaros. Vosotros lo habéis buscado y sin embargo responder a vuestro odio con mi cólera sería ceder a la misma ignorancia que ha hecho de vosotros lo que sois. Vosotros queréis que yo tenga miedo, que mire a mis conciudadanos con ojos desconfiados, que sacrifique mi libertad por la seguridad.
Habéis perdido. El mismo jugador sigue jugando todavía.
La he visto esta mañana. Por fin, después de noches y de días de espera. Estaba tan hermosa como cuando se marchó el viernes por la noche, tan hermosa como cuando me enamoré perdidamente de ella hace más de 12 años.
Por supuesto que estoy devastado por el dolor, os concedo esta pequeña victoria, pero esta durará poco. Yo sé que ella nos acompañará cada día y que nos reencontraremos en ese paraíso de las almas libres al cual no accederéis jamás.
Somos dos, mi hijo y yo, pero somos más fuertes que todos los ejércitos del mundo. No tengo más tiempo para dedicaros, debo reunirme con Melvil, que se despierta de su siesta. Tiene 17 meses apenas, va a tomar su merienda como todos los días, después vamos a jugar como todos los días, y toda su vida este niño os hará la ofensa de ser feliz y libre. No, tampoco tendréis su odio".
Etiquetas: carta
Apareció allí totalmente desnudo, exhausto, agarrado a un banco en el parque, sus brazos estaban abiertos los dedos extendidos agarrotados, seguramente antes de que se secaran sus órganos había intentado agarrarse con todas sus fuerzas para que la maldita gravedad no le hubiera lanzado contra el suelo y se hubiera mezclado con la arena y los excrementos de perro, optó por quedarse ahí escondido mimetizado con la madera, no fuera que el servicio de limpieza diera con su elástico cuerpo en un container.
Había sido chupado con dulzura y mordido con nerviosismo, su piel aún mantenía la temperatura y humedad de otro ADN, una saliva casi tan dulce como la suya, las marcas de unos dientes perfectos le recordaban que le habían mordisqueado con crueldad hasta cambiar varias veces su forma, pero lo mas inquietante eran las marcas de unos dedos, pulgar e índice que lo habían atrapado y estirado hasta separarlo de aquellos labios carnosos tintados de carmín, a pesar de sus intentos de quedarse pegado en aquella boca de sabor delicioso, se había aferrado con fuerza como muestran sus tejidos desgarrados pero seguramente habría sido apartado a la fuerza de sus labios (hecho que se deduce por las marcas de rojo sobre su piel rosácea), posiblemente era otro caso de infidelidad, otra boca debía ser el destino final.
El caso es que triste poco a poco había perdido su elasticidad y el aliento que le daba vida y le permitía adoptar formas maravillosas, aún a pesar de los restos de CO2.
El operario le separó de la madera con una pequeña rasqueta y lo depositó suavemente en una bolsita de plástico, a la espera de encontrar a su legítima propietaria.
Todo viene porque echo de menos a una persona y no se que hacer, ¿Que hacéis vosotros? cuando echáis de menos a una amiga o amigo porque se ha acabado algo, pero estáis tristes o vacíos....
¿Hecho de menos o echo de menos a una persona?
Que diablos, el verbo echar contra el verbo hacer una de las grandes batallas, la hache contra la nada, el terrible dilema.
Bueno en realidad no hay tal dilema, no hay hache con toda seguridad. El verbo es "echar" sin hache. El error surge cuando el verbo echar se conjuga en presente de indicativo, la primera persona del singular, o sea el famoso "echo de menos", porque se confunde con el participio del verbo hacer: "hecho".
Y de aquí viene el 'leitmotiv' de este post, la reflexión y los trucos para acordarse y no meter la pata:
Un elefante se balanceaba
Sobre la tela de una araña
Como veía que no se caía
Fue a llamar a otro elefante
Cero elefantes se balanceaban
Sobre la tela de una araña
Ya que el elefante que se balanceaba anteriormente
Se había ido a avisar a un segundo
Dos elefantes, ahora sí, se balanceaban
Sobre la tela de una araña
Como veían que aquello resistía
Quisieron hacer partícipe de la experiencia a otro elefante
Los dos elefantes de antes y otro nuevo se balanceaban
Sobre la tela de una araña
Y como veían que a pesar de las 4 toneladas que pesa un elefante adulto no se caían
Querían ver hasta dónde aguantaba aquello
Dos elefantes se balanceaban
Mientras el tercero había ido a avisar a otro
Ya que habían hablado que era una tontería
Que fueran siempre todos a llamar al siguiente
4 elefantes, más de 15.000 kilos balanceándose
Desafiando las leyes de la física moderna
Como veían que no se caían
Fueron yendo llamando a más elefantes
Ya eran 83 los elefantes que se balanceaban
Sobre la tela de una araña
Iban a avisar a otro pero uno dijo:
-"¿Por qué seguimos llamando elefantes de uno en uno
Cuando es obvio que esta de tela de araña lo aguanta todo?”
Un elefante mientras se balanceaba
Le dijo: “No tentemos a la suerte
Estamos de puta madre aquí todos juntos balanceándonos
Sería una pena cargarse la tela de araña por querer acelerar el proceso”
Un elefante llegó donde solía estar la manada
Y dijo: “¿Dónde coño está todo el mundo?”
A lo lejos vio mogollón de elefantes sobre una tela de araña
Y pensó: “No debería tomar tantas setas”
(Flashback)
Un araña tejía una tela araña
O como ellas las llaman simplemente tela
Y como veía que no se caía
No fue a llamar a nadie ya que es normal porque las arañas pesan muy poco
(Vuelta al presente)
520 elefantes se balanceaban
Y en la tela ya casi no había espacio
De hecho se oían frases como: “¿Eso que me estoy clavando
Es tu trompa o es que te alegras de verme?”
3000 elefantes se balanceaban
Cuando se rompió la tela de araña
Justo entonces la araña que la había tejido llegó y les dijo a los elefantes:
“¿Pero qué habéis hecho hijos de puta?”
Etiquetas: canción popular , humor
Según figuraba en su agenda que seguía escrupulosamente, Albert preparó la cena, viandas exóticas y deliciosamente exquisitas otra habilidad mas, si hubiera sido algo espontáneo hasta le podría haber parecido tierno a Andrea, pero era otro paso cuidadosamente estudiado.
Era como la decepción de acercar a la boca una manzana reluciente y comprobar que el sabor no tiene nada que ver con lo que esperábamos.
Andrea se sentía parte de un plan prestablecido en el cuál ella iba a ser abducida por las virtudes de este aparentemente hombre ideal, pasó de una inicial sensación de odio por sentirse un objeto a una especie de curiosidad malsana.
Quería saber cómo iba a montárselo el ese chico tan perfecto, cómo aterrizaría de su pedestal para llevar a cabo acciones tan mundanas como tocarle el culo o las tetas, ¿tendría previsto llevar condón?, ¿sería capaz de hacerle un cunnilingus?
le resultaba curioso como podría pasar de la fase platónica (en la que era un experto) de una cita a lago tan íntimo y personal como el sexo.
ELLA